... Al abrir aquel paquete me encontré con el regalo más maravilloso que podían ofrecerme en aquel momento y que no era otra cosa que la primera cinta que se enredaría entre los versos de mi capa de tuno. Aquella cinta con honores de primer amor, fue uno de esos regalos que se hacen muy pocas veces en la vida sin saberlo, esas muchachas no me regalaron una cinta sino que me entregaron para siempre un sueño, un recuerdo imborrable, una primera ilusión bordada de juventud ... me regalaron un trocito de mi propia vida.

Maese Santiago Cansino "Er Cortao"
Ars Tunae, Edición Feb. 2005